jueves, 29 de septiembre de 2011


Vas y vienes, como un yo-yó. Un yo-yó que solo piensa en si mismo. Y cuando más te necesito, no estás, y cuando dejo de pensarte apareces diciendome que vas a volver y que quieres verme, y que quieres mucho más que eso. Y ahora, en este preciso instante, yo me pregunto ¿hasta cuando me echarás de menos? ¿por cuanto tiempo puedes estar pensando en mí?
Y no hayo respuesta, dudo entre al cabo de un instante y el para siempre. Dudo, siempre la misma historia y las mismas dudas. Y ya me cansa estar enamorada, me cansa pensar en ti. Es tan inevitable, agradable y desquiciante al mismo tiempo.

¡CRASH!

Pulgas.

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