domingo, 17 de febrero de 2013

Avox

Me pregunto cómo pude hacer ciertas cosas, por qué dejé ir a ciertas personas, cuándo se me pudo pasar por la cabeza relajarme y dejar que el tiempo pasase. Cuándo comencé a creer que todo vuelve a su lugar llegada la hora. Y recuerdo ese momento en el que me dije que todo saldría bien, ese momento en el que me encerré tanto en mí misma que el resto del mundo se me empezaba a ir de las manos. Dudo en cómo cojones pude aparentar ser la misma, cómo puedo seguir fingiendo. Sé que algo en mí ha cambiado, que está cambiando todavía, puede que incluso me haya vuelto loca. Pero ahora eso ya no importa mucho. En realidad no sé bien lo qué importa y lo que no debería importar. Y yo no lo sé y no quiero preocuparme por eso. Pero, como siempre, mi cerebro alude mis deseos y me preocupo.

Hay momentos en los que me concentro y pienso que es el momento de analizarlo todo, que es hora de hacer un chequeo de mí misma, pero no soy tan valiente porque puede que una pequeñísima e ínfima parte de mí ya lo sepa y no quiera asumir los daños. Y me engaño pensando que todo sigue bien, que esto es un bache, uno muy largo.  



Pulgas
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miércoles, 6 de febrero de 2013

Regla Inaudita

La sociedad nos dice lo que tenemos y no tenemos que hacer en cada edad y en cada momento para tener una vida "normal" y fructífera. La vida transcurre y pasan las cosas que deben pasar en cada momento. Sabemos que a los cuatro años ya tenemos que comer sano, apuntarse a alguna actividad extraescolar e irse a la cama antes de las nueve de la noche, a no ser que sea un día especial. Con dieciséis años ya tenemos que saber elegir nuestras propias decisiones, tener mucho conocimiento sobre un tema en concreto, encontrar a nuestro "primer amor" y haber perdido la virginidad con el susodicho. A los veintiuno tendremos que estar estudiando, empezar nuestra propia vida y una nueva relación seria. A los treinta el éxito profesional, la boda y los niños son indispensables. Y a los cuarenta la típica crisis y el estrés de "¿qué he conseguido en mí vida? Con todas los sueños que tenía." Y así consecutivamente.

Y yo me pregunto; ¿en serio que yo, teniendo dieciséis años, soy capaz de dictaminar lo que doy por echo que será la vida de cualquier persona a cuyas edades me he referido sin equivocarme? Me parece totalmente absurdo y superficial que tengamos que hacer caso de estos prototipos pero si no lo hacemos nos convertiremos en seres desfasados y patéticos, lo cual nadie quiere ser como es comprensible.

¿Están todas las vidas regidas por esos tópicos? ¿Qué les pasa a las personas que no los siguen?


Pulgas
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