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Parece que poco a poco lo voy superando y desde ahora sé que algún día lo superaré por completo y podré disfrutar contándolo. Pero ahora sigo en etapa de recuperación, ya que así es como debe ser.

Pulgas.

Haberlo pensado, implica haber realizado ya la mitad de ese sueño.

Un día llegas a clase y como todos los días vas allí para calentar silla. El aburrimiento te mata y decides que lo mejor es pensar, por lo menos para no dormirte. Empiezas a crear con tu imaginación, todo tu futuro. Piensas cuantas de las personas que ahora son imprescindibles te faltarán. Piensas cuantas de las personas que aún no conoces aparecerán en tu vida, puede que para hacerte daño, para enseñarte cosas nuevas y fascinantes, algunas simplemente estarán de paso, tendrás amores, vendrán y se irán y algunas apenas dejarán huella, puede que haya personas que se queden para siempre. También piensas en dónde trabajarás, si tendrás una familia. Si encontrarás el verdadero amor, y si este será para siempre. Cuantos lugares te quedan por visitar. Esa casa en el campo dónde hacerte viejo. Ese 18º cumpleaños que estás seguro de que será inolvidable. Todas las sorpresas que te quedan por dar a tus amigos. Tantas noches que te quedan sin dormir. Tu primera vez. Y la segunda. Y la última.

Pulgas.

- Tengo que comentarte algo porque tengo miedo.

+ ¿Qué pasa? No me asustes.

- Sólo hubo una vez que tuve una relación tan "abierta" con un ADS y la cosa no acabo bien, hasta el punto de no saludarnos por la calle. No quiero que eso pase.

+ ¿De eso tienes miedo?

- Sí.

+ ¿Recuerdas aquella vez que hablamos por teléfono y te dije que en todas mis relaciones de confianza, llegados a un punto, la jodía?

- Si, y no quiero llegar a ese punto.

+ Vale, pues ese punto ya lo sobrepasamos hace ya un par de meses.

Y gracias, gracias mil veces más. Gracias por todo y por nada. Gracias incluso por darme las gracias. Gracias por cosas que me enseñaste que aún no tienen mucho sentido. Gracias por saber. Gracias también, por a veces, tener miedo. Gracias por saber que yo también lo tengo. Gracias por casi rozar la perfección del sentimiento. Gracias por aparecer justo en el momento que más te necesitaba. Gracias por darte cuenta de que te necesitaba y gracias por darte cuenta de que sola no te hubiera pedido ayuda. Gracias por tu aprecio y compresión. Gracias por preocuparte por mi. Gracias por llamarme de vez en cuando. Gracias por estar al otro lado del móvil. Gracias por hacerme sonreír. Gracias, también, por hacerme llorar, pensar y razonar. Gracias por todas esas frases. Gracias por el simple hecho de estar. Gracias por recordarme después de todo. Gracias por no olvidar en ningún momento que aún soy una niña. Gracias por no asumir la simple mentira y buscar mas allá de mis palabras y encontrar la verdad. Gracias por enseñarme el camino. Gracias por caminar conmigo. Gracias por estar al otro lado de la pantalla en los momentos de pura desesperación. Gracias por darte cuenta de muchas cosas. Gracias por ese afán de quererlo todo y conformarse con nada. Gracias por enseñarme a ser humilde. Gracias por explicarme lo que no entiendo. Gracias por compartir secretos conmigo. Gracias por enseñarme que no todo es cierto. Gracias por enseñarme que luchar vale la pena.

"Aprende a enseñar, enseñando aprenderás" El sentimiento es mutuo, lo sé.