Me too

Igual que esa sensación que te da un día de calor en medio de la calle. Estás hasta el culo de llevar la mochila al hombro, la carpeta en una mano y la chaqueta en la otra. El sol es agradable, pero como todo en esta vida, aparece cuando menos te lo esperas y parece que molesta. Cierras los ojos y empiezas a pensar en la última vez que saboreaste el sol. En la piscina con tus amigas, en la playa con él. Todas las tardes en las que lo único que te podía preocupar era a que hora iba a llegar tu amiga de su ciudad para poder estar juntas. Esas mañanas en el campamento cuando sonaba esa odiosa canción del año catapún que ahora escuchas y es inevitable empezar a soñar. Tantas historias que emocionan. Tantos momentos que poco a poco tu mente va olvidando y eso; también es inevitable. 

Al partir; un beso y una flor. Un "te quiero", una caricia y adiós.

Pulgas.

677

on

Te levantas y te dices lo de siempre. Día tras día, uno a uno. Quieres innovar tu monotonía pero te asusta lo diferente y no cambias. No consigues nada. ¿De qué sirves? No vales. No haces ningún progreso. Eres inútil y pequeña para este inmenso mundo.
Pero un día algo cambia. Consigues algo. Logras uno de tus miles de objetivos, pero te basta. Es suficiente para que un interruptor de optimismo se accione y todo empiece. Entonces lo sabes. Algo maravilloso está comenzando y sientes que ahora nada ni nadie puede pararlo.

Pulgas.
643