lunes, 22 de agosto de 2011

Dime para y volveré a empezar.


No deseas algo hasta que te dicen que no lo puedes conseguir. Y es en ese momento, cuando te dicen que ese algo no será tuyo, en el que tu mente cambia, una nueva forma de pensar se instala en ti. Tu interior se reinicia, borra todos los datos dejando la memoria vacía para poder meter de nuevo otra información que tu consideras más necesaria y útil, aún que es tan inútil e innecesaria como la otra.

Tus metas, tus pensamientos y tus logros cambian (ya sea después de varios días de reflexión o radicalmente) para un nuevo destino, para conseguir un nuevo final, un final que esperas que sea más feliz, al menos para ti.


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